La mafia tuitiliana

No es personal, solo es cuestión de negocios. Mario Puzo
Antes que nada agradezco a @merchey excelente tuitera noctambula por el título de esta columna, y es que mire usted estimado lector con esto de que se acercan las campañas electorales, nuestros políticos y sus “asesores” en materia digital, tal parece han encontrado en la red un nuevo “modus operandi” para orquestar campañas de desprestigio, odio y discriminación.

Y para muestra un botón, el caso del pintor oaxaqueño, Francisco Toledo, a quien bajo el hashtag #MataAFranciscoToledo se la amenazo de muerte por oponerse a la construcción de un distribuidor vial en la capital oaxaqueña; si bien es cierto, en mi humilde opinión, dicho artista se opone a todo y a veces parece que no admite los tiempos han cambiado y el progreso exige infraestructura, su opinión no da derecho a que textoservidores de muy bajo nivel amenacen su vida.

Es sumamente lamentable personas cobardes hagan uso de Twitter para intimidar amenazar coaccionar y al puro estilo de la mafia atentar contra la libertad de expresión; las redes sociales llegaron para quedarse y si las personas que orquestan campañas de odio, discriminación y desprestigio no tienen claro que hay que hacer un uso inteligente de esta herramienta dicho canal de comunicación será un sitio donde la información corra de manera errónea confundiendo de esta manera a la opinión publica.

Y es que si estos tuiteros al servicio de unos cuantos poderosos siguen infectando la red habrá un día en el que un tweet nos mande a la tumba, cosa que no podemos permitir pues si estas herramientas llegaron a nosotros es para promover la concordia, intercambiar puntos de vista, construir en las diferencias y generar inteligencia colectiva de otro modo estamos condenados a que Twitter sea un espacio para denostar, atacar y amenazar.

Tal parece Twitter lo han convertido en un sitio en el que los cobardes escondidos en avatares amenacen, pues en carne propia he experimentado amenazas de estos textoservidores pagados por quienes no les gusta les digan lo que son: corruptos, abusivos y farsantes; pero obvio como yo no soy conocido como Francisco Toledo eso no importa, es por ello que debemos denunciar a estos cobardes que usan la red de manera ruin sin promover la interculturalidad, la transparencia y el debate.

En fin lo que nos enseña el caso de Francisco Toledo es que ya nadie se salva de estos mafiosos de la red que tal parece en elecciones los sacaran cual perros de rancho a morder y atacar a quienes no piensan como ellos, algo lamentable para la democracia 2.0 que se esta gestando en nuestro país.

Así pues, mientras nuestros políticos sigan anclados a las viejas practicas PRImitivas y arcaicas de ejercer el poder con mafias como la tuitiliana, estaremos condenados a seguir siendo rehenes de unos cuantos poderosos corruptos y miopes de las necesidades del pueblo.